COCEMFE Comunitat Valenciana quiere hacer un llamamiento a las companias aereas y a las administraciones reguladoras de su actividad para que el uso de sillas de ruedas no suponga un problema para que las personas con discapacidad viajen en avion. La entidad de utilidad publica quiere poner de manifiesto las dificultades que tienen los usuarios de sillas de ruedas u otros apoyos tecnicos a la hora de organizar un viaje de estas caracteristicas y la escasa sensibilidad que muestran estas empresas ante el colectivo.
La entidad de utilidad ha recibido este verano dos casos en los que personas con la movilidad reducida han tenido problemas para viajar en igualdad de oportunidades, tal como establece el Reglamento 1107 del Parlamento Europeo y de Consejo. En un caso, la familia afectada tuvo que renunciar a realizar el viaje tras meses de gestiones y la denegacion del embarque en ultima instancia por parte de KLM. En otro caso, reciente, la presidenta de una entidad federada a COCEMFE Alicante, Orihuela Sin Barreras, tuvo que abonar a Vueling dos billetes en el viaje de vuelta por motivo de su discapacidad, a pesar de que habia viajado con Iberia desde Alicante ocupando dos asientos sin coste adicional.
El caso de Alba
Maria angeles Carbonell y su hija Alba, con una grave enfermedad neuromuscular degenerativa, intentaron organizar un viaje a amsterdam a principios de ano para las vacaciones de verano a traves de la compania KLM y desistieron tras varios meses de gestiones al resultar denegada la solicitud de embarque de la silla de ruedas por las dimensiones. Para Carbonell, esta es una excusa habitual para las companias aereas, junto con las cuestiones de seguridad, aunque, segun comenta, fue el pretexto ultimo de la compania tras conocer las necesidades especiales de Alba.
Segun su madre, las aerolineas no tienen en cuenta a las personas con discapacidad y hacen una interpretacion sesgada del Reglamento 1107 sobre los derechos de las personas con discapacidad o movilidad reducida en el transporte aereo: Mi hija debe permanecer en todo momento en una silla especial para su buen control postural, pero desde las companias no tienen en cuenta las necesidades de personas con enfermedades raras o con lesiones que provocan una movilidad gravemente reducida, no tienen personal especializado que manipule la silla y tampoco garantiza que llegue en buen estado, con los peligros que esto conlleva para la salud del viajero. Ni siquiera facilitan que pase los controles de seguridad, aunque se presente el certificado correspondiente que acredita que las baterias no son explosivas, lamenta.
El caso de Carmen
Por otro lado, Carmen Diaz, presidenta de la asociacion Orihuela Sin Barreras, tuvo que comprar otro billete para poder volver de un viaje de Bilbao, puesto que la empresa Vueling le obligo a ello a pesar de que habia informado de su situacion de discapacidad -que le obliga a mantener la extremidad inferior izquierda rigida- y de que habia obtenido la conformidad de la aerolinea. Tras denegarle el acceso al avion porque no habia espacio para que ocupara dos asientos, Carmen decidio emprender la vuelta en taxi y advertir a la compania de que tomaria medidas. Fue entonces cuando esta le ofrecio la posibilidad de comprar otro billete para ese mismo vuelo. Finalmente, Diaz opto por la compra de dos billetes para no quedarse en tierra despues de tratar de hacer valer sus derechos sin exito.
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